El pasado 2 de mayo la XI Legislatura pasó a la historia como la más breve de la democracia española desde la Transición. En total, 111 días en que los grupos parlamentarios no fueron capaces de llegar a un acuerdo para investir al nuevo presidente del Gobierno, lo que condujo a la prematura disolución de las Cámaras y a la convocatoria de nuevas elecciones.
Un hecho inédito hasta la fecha. Para el imaginario colectivo la XI Legislatura será recordada como un período de confrontación política e ideológica y de la pérdida de la hegemonía parlamentaria del bipartidismo PP – PSOE imperante en las últimas décadas.
Circunstancias todas ellas impulsadas gracias al protagonismo cobrado por dos nuevos partidos, Podemos y Ciudadanos, capaces de entrar con fuerza en las Cortes por primera vez en su historia y disputar un espacio político hasta ahora reservado en su mayoría a socialistas y populares.
No obstante, lejos de los focos y de la atención mediática, la concordia, la voluntad de llegar a pactos y la búsqueda de lugares comunes ha caracterizado buena parte de la actividad parlamentaria en el Congreso de los Diputados, especialmente en lo que a los trabajos de las Comisiones –la más prolífica tanto en actividad como en número de sesiones– se refiere.
En el presente informe, Political Intelligence analiza en detalle esta actividad parlamentaria, examinando cuáles han sido las alianzas entre grupos parlamentarios más habituales, las temáticas más debatidas, así como las cifras globales más destacadas de una Legislatura que, sin duda, ha servido de antesala de la que surgirá tras el 26J y que tiene como principal característica un retorno al empoderamiento y centralidad del Hemiciclo –el Ágora– en la vida política española, a diferencia de la Legislatura pasada, donde el foco se trasladó del Parlamento al Ejecutivo.