Aunque no sea la más atractiva de las tareas, la monitorización de los desarrollos legislativos y regulatorios y su seguimiento constante es una función básica si se quiere asegurar el éxito de una estrategia de lobby sostenida en el tiempo.
Por un lado, resulta necesario seguir las iniciativas normativas que más directamente pueden afectar el negocio de nuestra empresa, a fin de anticipar cuanto antes oportunidades o amenazas que se desprendan de las mismas. Una alerta temprana en este ámbito permite anticiparse a los cambios, e incrementar así las oportunidades de influir en los mismos.
Por el contrario, una deficiente monitorización será causa de sobresaltos y problemas, que en la práctica pueden provocar un impacto negativo en nuestro negocio de difícil arreglo.
Sin embargo, en muchas ocasiones los cambios regulatorios más importantes no provienen de los órganos con competencias directas en las materias relacionadas con el negocio de nuestra compañía. Esto sucede constantemente, y obliga a monitorizar no sólo las iniciativas de los Ministerios o Consejerías clave, sino también los Proyectos de Ley, Reales Decretos y otros cambios regulatorios impulsados por otros organismos que, en ocasiones, poco tienen que ver con nuestra actividad.
En la monitorización también hay que tener en cuenta los cambios que un Proyecto de Ley puede sufrir durante su tramitación parlamentaria , y que frecuentemente acabarán modificando sustancialmente el impacto de la nueva normativa en nuestro negocio.
Además, cada vez es más habitual la introducción de Disposiciones Adicionales en muchos Proyectos de Ley que nada tienen que ver con el objeto original del mismo, y que sirven para sacar adelante cambios normativos en otros ámbitos, bien por su urgencia o por el sentido de la oportunidad de los inspiradores de las nuevas Disposiciones (a modo de ejemplo, en un reciente Real Decreto Ley de medidas para el comercio minorista se incluía un capítulo entero dedicado al sector de la defensa).
Por lo tanto, una monitorización integral, metódica y constante garantiza que todas aquellas iniciativas legislativas o regulatorias que puedan afectar a nuestra empresa se identifican y se siguen durante toda su tramitación, desde las etapas iniciales de elaboración hasta su publicación por el BOE tras su paso por Consejo de Ministros y Parlamento.
La nueva sección de POLITICAS de Seguimiento Legislativo intenta dar apoyo a esta labor, facilitando la labor de monitorización de desarrollos legislativos que las compañías deben asegurar en su estrategia de lobby y public affairs.