Cuando una empresa extranjera decide invertir en un país, su trabajo no termina con abrir una sede: necesita apoyo para adaptarse a la normativa, integrarse en la comunidad y mantenerse a largo plazo. Ahí juega un rol importante el Aftercare, un conjunto de servicios que busca facilitar su permanencia y contribución al desarrollo local. En este contexto, ¿cómo puede la incidencia política ayudar a configurar políticas públicas más favorables y sostenibles?
Para abordar esta cuestión, Maria Rosa Rotondo, Managing Partner de Political Intelligence España, ha participado en el Aftercare Forum 2025 celebrado del 4 al 5 de junio en Sevilla, un evento de referencia para profesionales que buscan fortalecer la atracción y retención de inversiones extranjeras, así como mejorar la conexión entre los inversores y el desarrollo económico local.
La importancia del advocacy en las inversiones extranjeras
Durante su participación en la mesa redonda “Advocacy: what is it what Multinationals do?”, nuestra socia directora ha explicado que es fundamental que las empresas de este tipo comprendan cómo relacionarse con los gobiernos y con otras partes interesadas al realizar inversiones, por lo que el advocacy o incidencia se vuelve una herramienta clave para lograrlo. Political Intelligence tiene experiencia en este ámbito, como ha comentado Rotondo: “Para nosotros, los Asuntos Públicos no son solo lobby: implican estrategia, asociaciones y propósito. El elemento del propósito es lo que realmente marca la diferencia”.
Durante su intervención, Rotondo ha dibujado un recorrido por los términos habitualmente utilizados en el sector, como lobby, relaciones institucionales o Asuntos Públicos, destacando que todos comparten el mismo objetivo de influir de forma deliberada en la regulación y el entorno.
Una incidencia eficaz, ha explicado, no puede basarse únicamente en el interés empresarial. Las compañías que ignoran su impacto en la comunidad o el bienestar social corren el riesgo de fracasar en sus estrategias de influencia. “El regulador no puede regular dando la espalda a las empresas, pero las empresas no deben pretender operar dando la espalda al regulador”, ha comentado la Managing Partner de Political Intelligence España.
Las razones que llevan a las multinacionales a desarrollar estrategias de advocacy son diversas, ya que van desde la necesidad de obtener una “licencia social para operar”, es decir, la aceptación de la comunidad y los gobiernos para que una empresa pueda funcionar con normalidad, hasta evitar posibles riesgos regulatorios, la mejora de su reputación o la apertura de nuevos mercados.
Para ello, ha explicado, es necesario que las empresas comuniquen de forma proactiva su impacto económico, sus proyectos y su valor añadido a los responsables públicos, ya que “las empresas que se presentan a un regulador y explican el proyecto, las razones y el impacto esperado, automáticamente mejoran su reputación”.
Buenas prácticas: anticipación, alianzas y adaptación cultural
Entre las buenas prácticas destacadas, se incluyen la anticipación, la creación de alianzas con asociaciones, ONGs y otros grupos de interés, y la adaptación del mensaje a los valores locales: “Tienes que adaptar tu modelo de negocio y tus mensajes a las realidades locales para que coincidan, o te irás del país en cero coma”. Además, ha destacado que las multinacionales han ayudado a que el lobby sea más profesional en España, al introducir reglas más éticas, nuevos temas de debate y un nivel más alto de preparación. “Creo que las multinacionales están liderando la profesionalización del advocacy en todos los ámbitos”, ha afirmado Rotondo.
La transparencia y la ética en los Asuntos Públicos han sido también temas centrales en su intervención. Rotondo ha subrayado la importancia de una regulación clara y efectiva del lobby en España, junto con normas internas que eviten prácticas que no sean transparentes.
Así, la conclusión ha sido clara: un advocacy bien planteado puede ser una herramienta muy útil y eficaz tanto para las empresas como para la sociedad, especialmente cuando se trata de atraer y mantener inversiones.